Prueba de aptitud general para medir el nivel de inteligencia de los candidatos y determinar si son adecuados para un puesto

La Prueba de aptitud general es una evaluación que permite conocer la capacidad de una persona para aplicar la lógica para resolver problemas complejos. Ayuda a determinar la predisposición de una persona a aprender en general y a aplicar ese aprendizaje para realizar tareas específicas, ya sea de forma innata o adquirida.

Las Pruebas de aptitud general pueden aportar información útil sobre la capacidad de pensamiento crítico, la capacidad de resolución de problemas y la agilidad de aprendizaje de un individuo. Estas competencias son esenciales y suelen utilizarse en industrias que exigen una gran capacidad cognitiva, como ingeniería, administración y finanzas.

Los reclutadores y responsables de selección de personal pueden utilizar la prueba de aptitud para evaluar eficazmente a varios candidatos y asegurarse de que solo el más adecuado, es decir, aquel que posee la aptitud mental adecuada, pase al siguiente nivel del proceso de selección.

La prueba incluye 70 preguntas de aptitud general que deben completarse en 60 minutos y que se refieren específicamente a las funciones consideradas. Sobre todo, permite a los empleadores tomar decisiones de contratación más objetivas, basadas en datos, reduciendo posibles sesgos o prejuicios en el proceso de selección.

Principales perfiles para los cuales se utiliza esta prueba

• Puestos técnicos como ingeniería, TI y desarrollo de software
• Puestos contables y financieros
• Puestos de marketing
• Puestos de ventas
• Puestos de educación, como maestros y profesores
• Puestos de salud, como enfermeros y tecnólogos médicos
• Puestos administrativos
• Puestos de atención al cliente

Descripción general

A la hora de determinar si un candidato es adecuado para un puesto, los empleadores tienen en cuenta su aptitud general, ya que refleja el potencial de una persona para prosperar o destacarse en un determinado puesto. La aptitud es el talento natural o las habilidades innatas de una persona, como la resolución de problemas, el razonamiento numérico, el pensamiento crítico y la comunicación verbal.

Los empleadores buscan candidatos con gran aptitud, ya que implica que pueden aprender rápidamente cosas nuevas y se adaptan mejor a situaciones y tareas nuevas. Además, ante los cambios constantes del mercado laboral actual, la capacidad de adaptarse a un entorno de trabajo dinámico se ha convertido en una de las principales características que las empresas buscan en sus empleados.

Además, es muy probable que los candidatos con una gran aptitud acepten tareas y responsabilidades que constituyan un desafío, con el consiguiente beneficio para la organización. Requieren menos supervisión y formación y poseen habilidades innatas que pueden aumentar sus posibilidades de éxito en un determinado puesto, además de aportar valor a la organización. Por lo tanto, los empleadores suelen utilizar una prueba de aptitud general antes de contratar al candidato, ya que les permite conocer mejor sus habilidades cognitivas y sus posibilidades de éxito en un determinado puesto.

Estas pruebas incluyen preguntas de aptitud general cuidadosamente seleccionadas para medir diversas habilidades, como capacidad numérica, atención al detalle, razonamiento abstracto, pensamiento crítico, etc., fundamentales para desempeñar correctamente numerosos puestos de trabajo.

Al realizar una Prueba de aptitud general, los empleadores no solo evalúan la formación y la experiencia laboral del candidato, sino que obtienen una visión general de sus fortalezas y áreas de mejora. Esta información resulta muy útil a la hora de tomar decisiones de contratación para identificar a los candidatos que están preparados para desempeñar el puesto.

Asimismo, la Evaluación de aptitud general ayuda a eliminar los sesgos inconscientes al ofrecer una metodología de evaluación objetiva centrada en el desempeño, y no en la percepción.